Ya alegra la campiña la fresca primavera; el bosque y la pradera renuevan su verdor. Con silbo de las ramas los árboles vecinos acompañan los trinos del dulce ruiseñor. Este es el tiempo, Silvio, el tiempo del amor. Las aves se enamoran, los peces, los ganados, y aun se aman enlazados el árbol y la flor. Naturaleza toda, cobrando nueva vida, aplaude la venida de mayo bienhechor. Este es el tiempo, Silvio, el tiempo del amor.
EL DIA A DIA DE LA NOSTRA RESIDÈNCIA